El
Centro Regional de Sismología para América del Sur (CERESIS) es un Organismo
Internacional, creado el año 1966 por medio de un acuerdo bilateral entre la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO) y el Gobierno del Perú, atendiendo la recomendación de la
Conferencia Mundial Inter-gubernamental sobre Sismología e Ingeniería
Antisísmica convocada por UNESCO en abril de 1964, y la Resolución 2.2241
adoptada en la 13a Sesión de la Conferencia General de la UNESCO, con el fin de
favorecer toda clase de estudios y actividades sismológicas en la región
sudamericana y ayudar a su realización, así como efectuar el enlace entre
estaciones e instituciones sismológicas de la región y con los centros
sismológicos internacionales.
En
1971, los Estados participantes en CERESIS suscribieron el Convenio
Multinacional para la Prosecución de las Actividades de CERESIS, convirtiéndolo
en un organismo autónomo e inter-gubernamental, con carácter multilateral.
Actualmente son 12 los Estados Miembros: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile,
Colombia, Ecuador, España, Paraguay, Perú, Trinidad y Tobago y Venezuela. El
Convenio queda abierto para la adhesión de otros Estados con legítimo interés
en la sismología sudamericana . El Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú
es el depositario del Convenio y la Sede se encuentra en Lima, Perú.
En
cada uno de los Estados miembros los respectivos gobiernos han designado un
Organismo Nacional de Enlace con CERESIS y a un Representante Nacional que
forma parte del Consejo Directivo. Los propios Estados Miembros, en base a
cuotas anuales, aportan los recursos para atender los egresos que corresponden
al presupuesto ordinario. La mayor parte de las actividades regionales se
financia con recursos extra-presupuestarios que recaba CERESIS de diversas
fuentes externas para proyectos regionales específicos.
CERESIS
ha cumplido 52 años de existencia y la finalidad del trabajo conjunto de los
países sudamericanos sigue vigente para realizar investigación científica,
monitoreo de la sismicidad y actividad volcánica, elaboración de estudios de
riesgos, aplicación y traslado de los conocimientos a medidas prácticas de
mitigación, educación y capacitación. Las actividades de CERESIS están
orientadas a facilitar nuestra co-existencia “pacífica” con los fenómenos naturales
destructivos y recurrentes, pues nuestros
países están expuestos, y siempre lo estarán, a peligros telúricos que son el
resultado de la dinámica interna inherente a la evolución del planeta.
Las
metas son: reducir el número de víctimas y el monto de las pérdidas materiales,
disminuyendo la vulnerabilidad estructural, ambiental, social y cultural de
nuestras sociedades. Una menor vulnerabilidad ante un determinado peligro
significa un menor riesgo, o sea pérdidas en términos de números de víctimas y
de bienes materiales.